¡Dejamos aquí!

Paula Iturra, NELcf – Santiago
Mercedes Iglesias, NELcf
Carolina Puchet, NELcf – México
Mónica Larrahondo, NELcf – Cali

Cortes e interpretaciones es el tema que provoca nuestras próximas Jornadas, y es el eje de lectura que realizamos desde la comisión de boletines para elaborar este último número.

Hay un corte, un recomienzo de la NELcf. Para recomenzar, y dar vida a nuevos compases, hace falta la escritura de ritmos propios donde la pausa no sea la detención, ni el silencio el callar. Este ha sido uno de nuestros propósitos en la comisión. Orientados por la política del no-todo, establecimos un ritmo con escansiones y silencios. La interpretación lacaniana incluye el silencio, “para que no se produzcan ni la concatenación sin fin ni la significación estática”.[1]

Hay silencios de silencios. En la interpretación musical habría el silencio que se escribe y que equivale a la duración temporal de las notas, pero también está el silencio que no se escribe y que remite al estilo del interprete. Nuestro estilo apostó por la presencia de un ritmo que hiciera resonar las palabras dichas y escritas de nuestros invitados. Hace falta la pausa, el guardar silencio para escuchar lo que se dice, y algunas veces “hacer resonar otra cosa que sentido”.[2] Esto como un modo de pensar lo que es nuestra Escuela y cuánto nos escuchamos. Esta pausa permitió escuchar a otros, en sus discursos, a través de entrevistas y podcast; pero también con los escritos de colegas de la NELcf.

Apostamos entonces por reducir la cantidad de boletines, pocos números, el exceso puede llevar que el producto se vuelva rápidamente desecho. Demasiadas palabras, imágenes y ruido en la redes puede obstruir nuestra escucha. También invitamos a que los miembros escribieran tomando los hilos del argumento, apostando por la enunciación y dando un lugar al deseo de decir, autorizarse para leer su transmisión. En sintonía con la pregunta del régimen de saber del próximo congreso de miembros, invitamos también a algunos asociados para que puedieran decirnos algo sobre los ejes de la jornada clínica.

Adicionalmente, quisimos dar lugar a lo sonoro y a la conversación. Esto nos llevó a incursionar en los podcast, territorio poco conocido para el equipo y para la Escuela; pero que nos recuerda el valor de la conversación. ¿Qué es interpretar para otros discursos, qué es un corte para otros y para nosotros? En ambos, se trata de saber leer y escuchar, para que luego pueda acontecer la palabra, que permita acceder a otro modo que la eterna repetición o automatón, y que nos acerque a la invención.

Nos preguntamos, ¿qué se produce en un boletín de unas jornadas de Escuela? ¿Cuál es su destino y destinatario? ¿Qué alcance a la ciudad? ¿Quién lo lee o lo escucha, en qué tiempo? Pensamos el boletín como modo de leer la Escuela, escribir en la Escuela. Un registro que no necesariamente tiene que ser leído en la inmediatez. Como en las bibliotecas, cada uno escogerá qué leer y en qué tiempo. Para la comisión ha sido el encuentro con un ritmo propio, un trabajo alegre, un espacio de conversación que nos permitió un modo de habitar la Escuela a través del trabajo poniendo lo analítico en el centro de nuestras conversaciones.

Nos preguntamos ¿ha sido fecunda la pausa?…


[1] Laurent, É., “La interpretación ordinaria”, Freudiana Nº 76, Revista de Psicoanálisis de la ELP-Catalunya, Barcelona, 2016.

[2] Kuperwajs, I. “Tomar la palabra”, Revista Lacaniana, 27, Buenos Aires, Grama, 2019, p. 107.