Lo íntimo y lo éxtimo. Entre la Escuela y el Pase
Alejandro Reinoso
Forzado de algún modo a reconocer su necesidad por
vías deductivas, Freud sólo puede caracterizarlo como algo
absolutamente primario que él llama el grito.
Ese algo se identifica en una exterioridad jaculatoria,
por lo cual lo que me es más íntimo es justamente lo que
estoy forzado a no poder reconocer más que en el afuera.
Por eso, ese grito no necesita se emitido para ser un grito.
Lacan, Seminario De un Otro al otro [1]
La Dirección de las jornadas me ha encomendado una solicitud precisa: “que articules la íntima relación que hay entre cortes e interpretaciones y la Escuela y el pase”. Me oriento y tomo una pista desde la palabra íntima. ¿Qué es lo íntimo en psicoanálisis? Y, ¿qué sería lo íntimo en el registro de la experiencia de Escuela, en particular del Pase?
En nuestra orientación lo íntimo tiene borde interior y exterior, es la extimidad. Si hablamos de sujeto, hay una “juntura más íntima del sentimiento de la vida en el sujeto”,[2] una juntura, desordenada o no, que se puede manifestar en externalidades.[3] En el primer Lacan lo íntimo tiene una relación directa con el objeto de deseo que sostiene al sujeto. Ahí, intimidad y objeto, “la vía del deseo”,[4] se anudan. Será en el seminario De un Otro al otro que hablará de extimidad en relación a lo real teniendo en consideración el objeto “a al pie del Otro en su conjunto en tanto que es aquí un lugar que podemos designar con el término que une lo íntimo a la radical exterioridad”.[5] Esa intimidad, con la última enseñanza, hunde sus raíces en el cuerpo, ahí lo real “permanece sordo a la palabra mientras que la cosa freudiana habla, oye, se perturba y va hacia lo más íntimo del organismo mismo. Lo que es real está entonces verdaderamente allí, sobre el contorno”.[6]
Miller se pregunta “¿qué sentido dar a la posición de extimidad del analista? Esta es sin duda una posición de exterioridad con relación al significante-amo”.[7] Es una fórmula interesante para abordar el lazo de Escuela, que, si bien no es sin circulación del S1 y su producción de goce, sin embargo, es entorno a eso que se puede exteriorizar un lugar otro que abre las puertas al discurso histérico y al discurso analítico. Esa posición de extimidad del psicoanalista, de raigambre freudiana, implica que “el psicoanalista se ocupa de lo que no tiene […] aplicación en la vida cotidiana”.[8] Con el seminario Aún, esa extimidad en la posición del analista implica mantenerse en un afuera, exiliados de la relación sexual que no existe. Se trata de no hacer existir el orden del Uno freudiano, sino de hacer existir el Uno de cada Uno, es decir, lo múltiple en el sujeto Escuela.
Sí, la extimidad también se juega en el sujeto Escuela y en el Pase. La íntima la relación de cada sujeto con la Escuela, su lazo sintomático y fantasmático, así como la exterioridad de la vida de Escuela, desde su célula, el cartel, hasta los diversos y múltiples actos que la constituyen apuntan a la dimensión moebiana del sujeto Escuela. Ello incluye al Pase por excelencia como núcleo de la pregunta por el analista y su formación, en el paso preciso de analizante a analista. El dispositivo del Pase tiene una dimensión íntima y exterior a la vez, singular y colectiva, no hay Pase sin lazo entre analistas.
La exteriorización pública a través de los testimonios, enseñanzas y la transmisión de lo íntimo no siempre ha operado del mismo modo en la AMP.[9] Ha habido períodos donde se ha hecho un énfasis en lo íntimo en los testimonios de los AE, como aspecto sintomático de las Escuelas.[10] Actualmente, estamos precisamente en un punto de mutación: menos testimonios y más enseñanzas, el pase Tyché, “una sola vez”, se impone hoy sobre el pase automatón o múltiple con más de una o varias demandas.[11]
La interpretación y corte en el Sujeto Escuela
La interpretación del sujeto escuela tiene un desarrollo amplio en la teoría del sujeto Escuela de Turín:[12] “la vida de una Escuela está para ser interpretada. Es interpretable”, “del lugar del Ideal puede ser emitido un discurso opuesto que consiste en enunciar interpretaciones”, “interpretar al grupo significa disociarlo y reenviar a cada uno de los miembros de la comunidad a su propia soledad, a la soledad de su relación con el Ideal”, “la interpretación tiene siempre un efecto disgregativo”, “[a la Escuela] sobre todo le sirven las interpretaciones de sí misma como sujeto”, etc. Cabe agregar el lugar del AE en la interpretación de Escuela, sus alcances y sus limitaciones. Si la interpretación apunta a la evacuación del sentido [13] que hace inconsistir al Otro, el corte en tanto interpretación asemántica –llamada también postinterpretación–, “quizás podríamos decir que «corte» es la nueva palabra para reemplazar a «interpretación» cuando no se trata de ir en el mismo sentido que el inconsciente, sino de buscar otro tipo de operación”.[14] El síntoma en tanto goce y lo real van más allá del inconsciente y sus formaciones, por eso la localización del síntoma de Escuela es importante como horizonte de lectura y de acciones.
Esto nos trae dos preguntas respecto al sujeto Escuela, ¿es susceptible de la operación de corte?, ¿tiene incidencias en sus síntomas? ¿La lógica del corte entra en el dispositivo del Pase?
A nivel del dispositivo del Pase la lógica del corte parece estar presente en diversas instancias, señalo sólo una: la nominación de un AE puede producir un efecto preliminar de corte y suspensión del sentido en la Escuela, así como también ciertos testimonios y enseñanzas de AE que tocan singularmente y que pueden producir acontecimientos de Pase y de Escuela sin que alcance a formularse en primera instancia la dimensión semántica de la interpretación. También puede haber momentos de corte, discontinuidades producidas en los tiempos lógicos de Escuela –los cuales la teoría de Torino invita a leer. No me refiero a etapas históricas sino a momentos que se producen como un corte con efectos sujeto, bajo la égida de la disolución: algo se terminó, algo comienza.
Ha habido un momento de la masificación del pase. Miller lo llamaba así: “como sabemos, en el Campo Freudiano, los productos del pase han quedado integrados en un proceso de espectacularización”.[15] La declaración de la crisis del Pase produjo una discontinuidad. En el momento actual, aún por dilucidar, está orientado a las enseñanzas del Pase, menos bajo el foco de la escena testimonial y a un costado del pase clínico. Miller en su última intervención invita a la desidealización del Pase.[16] ¿Es este un efecto de corte en acto? Si así fuera ¿cuál es la incidencia de este corte en el sujeto Escuela de la NEL?
¿Qué hace o produce corte en el sujeto Escuela? El adentro y el afuera moebiano está articulado al corte, “una banda de Moebius no es otra cosa que un corte” e incide en la extimidad. Por eso el inconsciente es siempre político. La función éxtima tiene una estrecha relación con la inexistencia del Otro, es un empuje-a-la-construcción desde la posición del analista en el dispositivo analítico y también en la Escuela, una construcción fuera de lo útil y del sentido. Ese empuje implica una apuesta y el riesgo, significante asociado al Pase “una sola vez”, sino se sigue jugando el juego de los prisioneros.
En esta línea, para concluir, retomo una pista en la pregunta lanzada en el Argumento de las Jornadas: “¿Sabremos estar a la altura de alojar analíticamente lo real que fundamenta eso nuevo, para que lo nuevo no sea recubierto por el velo de lo mismo, con otras vestiduras? […] una invitación a ponernos a la tarea de contrariar bien el semblante que encubre lo realmente nuevo, o el rostro superyoico de la exigencia de ‘lo nuevo’ ”.[17]
[1] Lacan, J., El Seminario, Libro 16, De un Otro al otro, Paidós, Buenos Aires, 2006, p. 206.
[2] Lacan, J., “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis” (1957–1958), Escritos 2, Siglo XXI, Buenos Aires, 1989, p. 540.
[3] Miller, J.-A., “Efecto retorno sobre la psicosis ordinaria”, Revista Consecuencias N°15, mayo 2015, https://www.revconsecuencias.com.ar/ediciones/015/template.php?file=arts/Alcances/Efecto-retorno-sobre-la-psicosis-ordinaria.html
[4] Lacan, J., El Seminario, Libro 6, El deseo y su interpretación, Paidós, Buenos Aires, 2006, p. 340.
[5] Lacan, J., El Seminario, Libro 16, De un Otro al otro, op. cit., p. 256.
[6] Miller, J.-A., “El Uno-totalmente-solo”, lección 9 de marzo 2011, inédito.
[7] Miller, J.-A., Un esfuerzo de poesía, Paidós, Buenos Aires, 2016, p. 171.
[8] Ibíd, pp. 179-180.
[9] Monribot, P., “De lo íntimo a la éxtimo, desmentido y extimidad”, Freudiana 31, ELP, Barcelona, 2001.
[10] Laurent, É., “Los usos del AE”, Freudiana 31, op. cit.
[11] Miller, J.-A., “Presentación del libro El nacimiento del Campo Freudiano”, 10 de junio 2023, https://www.youtube.com/watch?v=gAVcOuaUyYM&t=1825s
[12] Miller, J.-A., “Teoría de Turín acerca del sujeto de la Escuela”, https://www.wapol.org/es/las_escuelas/Template.asp
[13] Lacan, J., “Consideraciones sobre la histeria”, Conferencia en Bruselas, 26 de febrero 1977. https://elp.org.es/consideraciones-sobre-la-histeria-jacques/.
[14] Miller, J.-A., “El inconsciente ≡ intérprete” (1995), Introducción a la clínica lacaniana. Conferencias en España, Gredos, Barcelona, 2006, p. 433.
[15] Miller, J.-A., “Intuiciones milanesas”, Factor a, Año 4, N°6, https://revistafactora.org/revista-pdf/revista-ano-4-nro-6/
[16] Miller, J.-A., “Presentación del libro Cómo terminan los análisis”, 25 de junio 2023, https://www.youtube.com/watch?v=bDT7-7UucQw&t=7s
[17] https://jornadasnelcf.com/xiii/argumento/